lunes, 28 de enero de 2013

Capitulo 25


Coki brilló esa noche. Se encontraba muy nerviosa. No sabía por qué… pero brilló igual. Tenía una facilidad para eso, para ser buena en lo que hacía. El cantar era su devoción. Lo hacía con tanta facilidad que era envidiable. Lo llevaba en la sangre. 
Marcelo, por su lado, había vuelto a Punta del Este. Seguirían sus vacaciones en familia. 
Los días pasaban y ellos se extrañaban… 
Vivian comunicados. Esos celulares sí que ardían. Hablaban muchísimo. No se perdían un solo detalle del otro. Sabían absolutamente todo lo que vivía el otro. 
Marcelo aprovechaba y la veía en cada programa en el que estaba. Vivía pendiente del televisor, sólo para ver si ese día podría ver a su chica. 

A medida que pasaron más días, coki había comenzado a viajar muchísimo. Eran idas y venidas, muchos recitales, festivales, etc. 
La comunicación entre ellos había comenzado a cesar. 
Últimamente discutían levemente, pero eran discusiones al fin. Hasta en sus mejores épocas vivían discutiendo. La relación de ellos se basaba en eso. Discutían mucho, eran dos adolescentes. Iban y venían. Pero siempre cada discusión terminaba en una hermosa reconciliación. 
Discutían por celos, caprichos, cosas que no les gustaban, etc. pero siempre el amor podía mas y llegaba el momento de las reconciliaciones… 


Llego el momento en que coki haría su gran debut en los escenarios de Jesús María, para los festivales de Doma y Folclore. Todo Córdoba estaba pendiente de ello. 
Marcelo la había llamado para desearle toda la suerte del mundo, como lo hacía antes de cada show. Y se había preparado frente al televisor para poder verla cantar, ya que el festival seria transmitido para todo el país en vivo. 
Cuando entró coki a cantar, Marcelo sintió unas cosquillas correr por su cuerpo. Qué hermosa estaba! Pensó. La veía hermosa. Casi sin pensarlo, esbozó una enorme sonrisa. Era la alegría que le producía verla. Tanto tiempo separados comenzaba a matarlo. 
Era todo felicidad, hasta que otro tipo de sentimiento se apoderó de él. 
Nuevamente empezaba a sentir celos. No le agradaba la idea de verla con Alberto Plaza. Y mucho menos ver como Plaza miraba a Coki, a su chica. Esa mirada… la miraba con embeleso. Marcelo lo intuía. Los celos comenzaban a crecer… confiaba en su chica, sí. Pero no en su “amigo”. 
Pasaban los días, y Marcelo no paraba de hacerle escenas de celos a coki, debido a que ésta pasaba mucho tiempo con Plaza. Alberto se había quedado unos días en córdoba, y lo pasaba junto a Coki. Iban a todos lados juntos. Hacían todo juntos. Hasta viajaron juntos a Mar del Plat para presentarse en el programa de Mirtha Lengrand. 
Trataba de controlarse, sabía que a coki no le gustaba nada esa actitud, esas escenas. Sabía que la flaca tenía su carácter. Sabía que no soportaría esos reproches mucho tiempo más. 
Coki, tenía un carácter fuerte. Podía soportar muchas cosas, pero cuando se enojaba, se enojaba. No se dejaba pisotear por nadie. Era bastante independiente. Se sabía manejar muy bien. Y tal vez por ello discutían tanto. El carácter de ella y el de él juntos eran dinamita. Pero eso le gustaba a Marcelo. Era la primera mujer que tenía a su lado que fuera ella quien le pusiera los puntos. Quien manejara la relación. Marcelo se sentía un niño acatando órdenes. Pero lejos de molestarle, le fascinaba. 
Coki seguía pasando días con Plaza y Marcelo comenzaba a frustrarse enserio. 
Una noche discutieron. Él le reprochaba cosas. Ella sentía que no estaba en condiciones de reprocharle nada. Era ella la que soportaba todo. Coki no podía entender como le estaba haciendo esa escena de celos, al lado de lo que ella tenía que escuchar sobre él y las tantas mujeres, que se comentaba, lo rodeaban en Uruguay. Esa noche la discusión fue fuerte. En medio de todo lo que se dijeron, habían dicho cosas que no sentían. Que sabían que al otro lo molestarían. Coki no quería comprenderlo, no intentaba entenderlo, entender lo lógico que eran los celos de Marcelo. Para ella, no tenia porque dudar. Una vez que cortaron la llamada. Coki no se reconocía. Estaba furiosa. Había revoleado lo que tenía a su alcance, su celular inclusive. No quería saber nada de Marcelo. No quería hablar con nadie, ni que le mencionaran ese nombre… 


A pesar de tremenda discusión, ambos sabían que era cosa del momento. Luego de pensarlo, relajados, de refrescar sus mentes, llegaría la reconciliación, o por lo menos eso esperaban… 





Pasaron dos días sin hablar. Marcelo la llamaba. Quería comunicarse con ella. Hablar, pedirle perdón, pero coki no contestaba. 
El tercer día coki había aflojado. Hablaron por teléfono y arreglaron las cosas.. 
A pesar de ello, las discusiones siguieron en los días siguientes. 
En esta oportunidad, coki había empezado a separarse un poco. No le gustaba nada los miles de noviazgos que se le adjudicaban a Marcelo. Ése, era un tema que ya lo habían hablado. Una vez empezado el verano, todos jugarían a encontrar a la novia de “tinelli”. Coki trataba de comprenderlo, pero los celos y la desconfianza se apoderaban de ella. 
Fue así como decidió distanciarse de él. 
Mt: qué?. Qué te pasa coki? Me estas cargando? 
Cr: no… es lo que siento. 
Mt: es lo que sentís??? 
Cr: marc… 
Mt: me estas dejando? 
Hubo un silencio… coki sabia que eso no era lo que quería. le resultaba difícil explicarlo. Sólo necesitaba tiempo. 
Cr: por favor… sólo quiero que te tomes este tiempo… 
Mt: yo no necesito tiempo! 
Cr: es para que pienses. Nos tomemos este tiempo que estamos separados para pensar.. En lo que queremos, no se… 
Mt: sé perfectamente lo que quiero. 
Coki había decidido darle un tiempo. Poner esa relación en un stop momentáneo. Sabía que lo amaba pero prefería dejarlo libre. Dejar que viviera el verano a su manera, lejos de ella. Tenía miedo. No confiaba plenamente en él. Era hombre, y como tal, tenia necesidades, y en algún momento iba a dejar de importarle quien se encontrara en mar del plata, su pareja. Ése, era el pensamiento de coki. Por eso, había decidido dejarlo libre, ser más liberal, dejarlo ser, y a la vuelta, en BsAs verían como seguir. 
Marcelo no entendía esa actitud de coki. No sabía por qué lo hacía. No entendía que le pasaba. 
Y fue ahí, cuando el miedo comenzó a apoderarse de él. Comenzaba a pensar que la perdería, que quizá fue una manera elegante de dejarlo. Consideraba la opción de que coki tal vez ya no lo amara, o que quisiera a otro. Tenía miedo de perderla, era evidente. Lo volvía loco pensar que se había propuesto ser más “liberal”. Que significaba ser liberal para ella? A qué se refería con esa palabra?... 
Durante dos días no hablaron… Marcelo moría de ganas de hablarla, pero ella le había pedido un tiempo. No quería contradecirla. 
Pero sólo duro unos segundos, ya que inmediatamente después, le mando un mensaje. Necesitaba saber de ella… “te extraño” fueron las únicas dos palabras que escribió. 
Y cuando menos lo esperaba, llegó la respuesta. Coki le había contestado con total naturalidad. Le preguntaba como estaba. Como la estaba pasando. A caso estaba bromeando?. Cómo podía estar?. 
A partir de allí, comprendió, o por lo menos hacia el intento, que Coki no lo había dejado. Era sólo un tiempo. Decía que él debía vivir, disfrutar, no estar pendiente de ella. Que después tendrían todo el tiempo del mundo para ellos dos. 
Los días pasaban y , si bien estaban “distanciados”, seguían comunicándose. Era una costumbre en ellos que jamás iban a perder. Por mas separados que estuvieran, la comunicación entre ellos nunca faltaría. Parecían grandes amigos. Eso, era algo que ambos destacaban. Sabían que si en un futuro, la relación no funcionara, tendrían una excelente relación, serian grandes amigos, porque se adoraban. Y preferirían ser grandes amigos, a no tenerse nunca más…



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